sábado, 14 de mayo de 2011

LAS DESOBEDIENTES





Las desobedientes: Mujeres de nuestra América.
Betty Osorio y María Mercedes Jaramillo (compiladoras)
Santafé de Bogotá, Panamericana Editorial, 1997

Mujeres retratadas con acierto en un libro de casi 600 páginas —tejido con la paciencia y la exactitud con que las arañas elaboran sus redes— por las profesoras Betty Osorio, del Departamento de Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes, en Bogotá, y María Mercedes Jaramillo, catedrática en Fitchburg State College, Massachussets, Estados Unidos de América, quienes convocaron a expertos y expertas colegas para que nos contaran bien las historias conocidas y desconocidas de mujeres que entre nosotros, en su época y a la hora precisa, fueron ejemplo de consecuencia y dignidad.

Son muchas y muy importantes. Todas. Tanto, que mencionar a unas pocas es injusto. Pero más que en el libro, en una pequeña página virtual cabe mucho menos de lo que uno quisiera decir.

En todo caso, aquí están, entre otras féminas, figuras de la talla de La Gaitana, valiente, astuta, echada pa´lante y ejemplar imagen de la altivez. Y María Cano, "rebelde y transgresora del poder oficial", lo mismo que Antonia Santos y Manuela Beltrán, Manuela Sáenz, Policarpa Salavarrieta, y la inmensa Débora Arango, que aún nos hace sentir (como las otras) que a estos pueblos lo que les falta es valor.

No podían faltar ni esa primera gran poeta de América, Sor Juana Inés de la Cruz, ni aquella "hermosa como diosa y que por tal la tenían": La Malinche, símbolo altivo de la tierra y de la raza durante la conquista de México, ni la fundamental Rosario Castellanos, mujer que blandió la palabra como una actitud capaz de hacer valer derechos y respeto, ni la voz penetrante de Violeta Parra, ni la rebeldía de Magda Portal, ni la textura de las cejas y los pinceles espesos de Frida Kahlo.

Ni el alma aguerrida de Flora Tristán, ni la bullente sangre campesina de la hondureña Elvia Alvarado, ni la llama viva, ardiente y creciente de Rigoberta Menchú —"a quien muy pronto le nació la conciencia"—, ni el Taller de las Arpilleras de Puente Alto, en Chile, ni las muchachas de La Habana, ni las perpetuas Antígonas: Madres de la Plaza Mayo, cuyo llanto perpetuo más que plañido es grito de guerra y recorderis para que hoy tantos hombres y mujeres que no hacemos más que criticar, intentemos algo por lo menos digno, antes de que nos desaparezcan.

agendadelasmujeres.com.ar/notadesplegada…

1 comentario:

valentina botero dijo...

lo que he leido sobre una mujer que me ha llamado mucho la atencion osea de la Malinche es que fue vendida por sus padres a un cacique de Tabasco, donde aprendió la lengua maya propia del territorio.
a la malinche se le murio el padre siendo ella todavia muy niña y su madre por tal situacion se casa con su cuñado, osea el hermano de su marido... a mi esta situacion me parece muy maluco y muy mal hecho por parte de las dos personas, por habersen casado siendo de un parentesco tan cercacano....!! esta mujer grandiosa y me pareció muy buena la historia de esta mujer...!!! excelente
"hermosa como diosa y que por tal la tenían"